Este es un trabajo de amor, no un trabajo.
Por la decoración de la casa, sería fácil suponer que Joyce había trabajado como decoradora de interiores. Afortunadamente, pese a que había pasado sus años de trabajo como modista, siempre se había interesado mucho por el diseño de interiores.
“Siempre he querido ser un única y perseguir mi propio estilo”, dijo Joyce, a pesar de no seguirlo como carrera. Además, no cabía duda de que su estilo era evidente en todas las habitaciones; la casa se veía completamente en color rosa pastel. ¿Cómo respondería el público a una oferta tan sorprendente, a pesar de que la casa era una obra maestra?