Revisión profunda de los dispositivos.
No había ni una sola lámpara o parte de la tubería que no funcionara. La única zona que alguna vez había sido reparada, desde 1950, era la cocina. Pese a que la cocina había sido renovada previamente, dicha remodelación fue en la década de 1960. Sin embargo, desde entonces ningún otro espacio de la casa había sido modificado ni actualizado.
Aunque los electrodomésticos habituales, tales como hornos y heladeras, suelen tener una vida útil de 10 o 15 años, Joyce, sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial y la recesión, conocía el valor de un poco de esfuerzo. Sin embargo, concentrándose en su inversión inicial en el mantenimiento de la casa, Joyce había ahorrado no cientos, si no miles, de dólares a lo largo de los años.